El consumo de plástico tanto a nivel doméstico como industrial lleva décadas aumentando imparablemente. En el año 1950 la población mundial rondaba los 2.500 millones de personas que generaban 1,5 millones de toneladas de plástico. Casi setenta años después, en el año 2016, el mundo estaba habitado por 7.000 millones de personas y la producción de plástico superaba los 320 millones de toneladas. Es decir: la población se multiplicó por tres, pero la producción de plástico lo hacía por doscientos.
Hoy es imposible mantener nuestra calidad de vida y nuestro nivel de desarrollo sin plásticos. Sin embargo, se ha abusado de algunos materiales y se ha hecho una mala gestión de sus residuos a nivel mundial.
Solo una mínima parte de los envases de plástico se recicla a nivel mundial
Casi el 80% de los envases de plástico acaba en vertederos, incinerado o en el medio ambiente. En el mejor de los casos, el de los envases que van al contenedor amarillo, su reciclaje es a menudo ineficiente y no logra los propósitos deseados.
Las razones son múltiples:
- Existen envases cuyo diseño dificulta o impide su reciclaje: los que incluyen etiquetas autoadhesivas, las botellas que usan un recubrimiento de PVC para la marca del producto, los bricks o las bandejas de envasado de alimentos en cuya fabricación se mezclan diversos tipos de plástico.
- En las plantas de tratamiento mecánico biológico se criban los envases por su tamaño: los que tienen un tamaño inferior a 80-100 mm (yogures, monodosis hosteleras, pajitas, tapones, etc.) son difícilmente recuperados para el reciclado y se depositan en un vertedero o son incinerados.
Tanto el vertido como la incineración de este tipo de residuos resulta altamente contaminante. En la fabricación de productos plásticos se utilizan al menos 132 sustancias o grupos de sustancias potencialmente problemáticas para la salud que pueden generar emisiones tóxicas o contaminar los lixiviados.
Tan solo una fracción se transforma en combustibles derivados de residuos. De esta manera se aprovecha como sustitución de los combustibles fósiles el potencial calorífico de los residuos que no se pueden reciclar o reutilizar de otra manera. Este tipo de combustible se utiliza en la actualidad sobre todo en la industria cementera.
Una última salida para los productos plásticos no reciclados es la exportación a países en vías de desarrollo. Un sistema perverso que únicamente cambia el problema de sitio.
Ante este panorama, Grupo SPR ofrece sus servicios como proveedor e integrador de tecnología en forma de soluciones integrales para la gestión y la valorización de los residuos plásticos. En este sentido, hay que destacar que el reciclaje de plásticos supone un 20% de la energía necesaria para producir plásticos vírgenes.
Las alarmantes cifras del plástico en el mar
Una de las consecuencias más problemáticas de la mala gestión de los residuos plásticos ha sido la polución del medio marino. Se calcula que ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, y algunas previsiones alertan de que, si no revertimos la situación, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar.
Estos datos equivalen a verter un camión de basura lleno de plástico cada minuto, con el inconveniente añadido de que estos materiales tardan más de 400 años en descomponerse en el medio marino.
De todo el plástico en los océanos, se calcula que 268.940 toneladas corresponden a microplásticos, partículas de menos de 5 mm de diámetro que pasan fácilmente a la cadena trófica y acaban en nuestro organismo a través del pescado o el agua. Existen investigaciones que revelan que estos materiales pueden obstruir los alvéolos pulmonares y alterar las hormonas derivando en problemas como la infertilidad o el hipotiroidismo. Algunas de estas partículas son bisfenoles y ftalatos, sustancias que en diversos estudios se ha demostrado que son disruptores hormonales.
El investigador Philipp Schwabl, hepatólogo en la Universidad de Viena (Austria), analizó las heces de ocho individuos de diferentes países; los resultados desvelaron que a pesar de las diferentes dietas de los voluntarios, las cifras de microplásticos encontrados en sus muestras eran similares: entre 18 y 172 partículas por cada 10 gramos.
La crisis del plástico es hoy en día un importante problema medioambiental que afecta además a 700 especies marinas. Según datos de Greenpeace, más de un millón de aves y 100.000 mamíferos mueren cada año como consecuencia de los residuos plásticos que llegan a los océanos.