La Unión Europea viene trabajando desde hace varios años con diferentes entes públicos y privados con el fin de mejorar las condiciones de vida , la calidad del aire que respiran los habitantes e implementación de combustibles derivados de residuos y energías renovables. Los evidentes efectos del calentamiento global han dejado de ser el último punto en la agenda política y poco a poco han ido tomando un rol importante en el panorama político, no solo en Europa, sino mundialmente.
El 2019, un año en el que se registraron temperaturas históricas, aumentando más de un grado centígrado según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC), evidencia que la lucha contra el cambio climático no es decisión secundaria, sino todo lo contrario. Hoy en día se están tomando medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo principal es de al menos un 55 % en comparación con 1990 de aquí a 2030, según estimaciones de la UE.
La tendencia por parte de la industria cementera y el gobierno nacional en la utilización de los CDR.
A pesar del esfuerzo por parte del gobierno nacional y las industrias locales, España sigue estando en la cola de utilización de combustibles alternos. En comparación a otros países de la Unión, el país está muy atrás en la generación de este tipo de combustibles, y si a esto le sumamos los problemas económicos/ sanitarios generados por la COVID-2019, no parece una prioridad la implementación de este tipo de combustibles en las industrias nacionales. Lo que es una realidad, es que muchas compañías quieren depender cada vez menos de combustibles fósiles y unirse a esta tendencia de energías renovables.
De acuerdo con la Fundación Laboral del Cemento y Medio Ambiente, el porcentaje de uso de Residuos alternos en cementeras en España entre el 2017 y 2019 fue del 30.9 %. Este es un porcentaje muy por debajo de países de la Unión como Francia y Alemania con 43 % y 68.9 % respectivamente, o muy lejos del 81 % de Austria, que es el país con la proporción más alta de sustitución de combustible fósiles por residuos.
La importancia de los combustibles derivados de residuos CDR en la industria cementera
Es por este motivo que los CDR combustibles derivados de residuos o en su sigla en inglés (RDF) Refuse Derived Fuel, han tomado un rol cada vez más importante en la industria de energías renovables, pero ¿Qué son los CDR y para qué sirven? principalmente son combustibles producidos a partir de residuos no peligrosos para su valorización energética mediante coprocesamiento que sirven como suplemento de los combustibles fósiles.
La obtención de CDR se da a partir de residuos y materias primas compuestos por residuos, a continuación, reciben el tratamiento, para posteriormente ser empleados como combustibles alternos y utilizado por diferentes industrias, como la cementera.
La relevancia de los combustibles alternos en la industria cementera
Desde la industria cementera se viene trabajando en la utilización de CDR combustibles derivados de residuos para su valorización energética y evitar al máximo la dependencia de combustibles fósiles que a larga son más dañinos para el medioambiente y a la capa de ozono. Si bien, esta industria y el sector en general continúan haciendo esfuerzos enormes para mejorar la obtención y utilización de los combustibles derivados de residuos, todavía hay mucho trabajo por realizar, lo cual representa una oportunidad para nuestra compañía, que cuenta con experiencia en la industria cementera y en la cogeneración de combustibles alternos a partir de residuos.
Los CDR son la solución más eficaz, económica y sostenible para aprovechar la energía y las materias primas contenidas en los residuos, que correctamente tratados se pueden utilizar como combustible en la producción en la industria cementera.